Estudios recientes demuestran que hay cuatro actitudes que acaban con cualquier relación. Veamos cuales son estos 4 jinetes del Apocalipsis y cómo superarlos.
Quieres reconquistar a tu pareja, bien por que la has perdido bien porque sientes cómo la estas perdiendo. Queremos que nuestra relación vuelva a ser como antes. Queremos retroceder en el tiempo y recuperar lo perdido.
La respuesta como siempre es que no podemos recuperar el pasado, que la relación está en el punto actual y que lo único que podemos hacer es analizar nuestra situación, plantearnos hacia dónde queremos que esta evolucione, diseñar un plan y llevarlo a cabo. Reconquistar a tu pareja va a suponer trazar un plan y aplicarlo, un plan en el que no repitamos los errores que nos condujeron a la situación actual y sí refuerce lo que nos une.
Queremos que nuestra relación se recupere, reconquistar aquel sentimiento y, en muchas ocasiones, o se nos olvida que debemos analizar aquello que nos ha conducido (o nos está conduciendo) a la situación actual o, simplemente, no somos capaces de verlo.
En este artículo vamos a tratar de las cuatro actitudes que, estadísticamente, más frecuentemente llevan a la relación a su extinción. Cuatro actitudes que debemos analizar para, de una manera pausada, sincera y objetiva, comprobar que no se estén produciendo en la relación, pues a buen seguro que serán la causa de la extinción de la misma.
Como era deseable, junto a cada causa existe una solución, una manera de modificar el comportamiento para no repetir los errores.
Veamos pues cuales son estos
Crítica.
Uno de los pilares de cualquier relación que tenga intención de prolongarse en el tiempo es el intercambio de opiniones y el llegar a puntos de acuerdo. Una cuestión es el intercambio de opiniones desde el respeto y de una manera constructiva y otra es lo que se denomina una crítica.
Cuando criticamos al otro miembro de la pareja lo que estamos expresando es nuestra disconformidad con ella como persona, no nuestra discrepancia sobre su postura en un aspecto concreto y puntual. Si expresamos nuestra disconformidad sobre algo el concreto, nos estamos quejando por algo con lo que no estamos de acuerdo.
Para que una relación tenga continuidad, si queremos realmente reconquistar a la pareja, deberemos aprender a quejarnos, a expresar nuestro desacuerdo sobre un punto concreto en el que debemos llegar a un pacto sin llegar nunca a criticar, esto es, a atacar a nuestra pareja en un todo por algo que sólo es puntual. Recordemos: Quejarnos, no Criticar.
La defensiva
Según la Real Academia Española de la Lengua, discutir es contender y alegar razones contra el parecer de alguien, por tanto no involucra enfado, ni malas palabras, ni cosas por el estilo.
Cuando se produce una discusión, el primer punto que deberemos tener en cuenta es que debemos mantener las forma y lo segundo es que no deberemos ponernos a la defensiva. Ponernos a la defensiva supone cerrarse para que no nos afecte la opinión del otro, supone mostrar una actitud de superioridad (que puede no estar produciéndose) y, lo que sí supone seguro, es una actitud de impide que se produzca el diálogo, la discusión productiva.
Contra la actitud defensiva, cuando tenemos tendencia a adoptarla, el principal recurso será reconocer que, para que se haya producido la situación que ahora nos incomoda, nosotros también hemos tenido parte de la culpa y tomar una actitud de búsqueda conjunta de la solución.
Atrincherarse
Ponerse a la defensiva implica tomar una actitud de predisposición a recibir un ataque y de estar pendiente de qué ocurre para evitarlo o contratacar. Cuando hablamos de atrincherarnos, hablamos de algo más físico hablamos de la fuga física, del cruzarnos de brazos, etc.
Atrincherarte implica una actitud física que pude ser de evitación o de ataque, sea como sea destruye cualquier posibilidad de diálogo. La solución ante estas actitudes será el que aprendamos a calmarnos físicamente.
Desprecio
Cuando uno de los miembros de la pareja se siente superior a la otra.
Puede ocurrir que seas tú quien se siente superior a la otra persona y trates de que comprenda que es inferior a ti, puede que tu caso sea justo el opuesto y sientas como el otro miembro de la pareja se cree superior e intenta hacerte sentir inferior (e incluso que lo haya conseguido).
La respuesta en ambos casos es que toda pareja en la que existe esta situación de desprecio esta abocada sin remedio a fracasar.
Si eres tú quien te sientes superior, quien sientes que tu pareja no está a tu nivel por ser inferior, la respuesta es sencilla, clara, concisa y contundentemente que: estás equivocado. Permítenos una pregunta: si tu pareja es inferior a ti ¿por qué estas con ella?¿por qué estás colado por ella? La respuesta es sencilla, no es inferior, es distinta y en la misma respuesta a que te estés realizando esta pregunta está la confirmación.
Si es tu pareja la que se siente superior y, aunque sea de forma velada, te lo recuerda intentando hacerte sentir inferior, la cuestión es muy clara: no te merece y si no es capaz de verlo, sencillamente, no es tan inteligente.
Recordemos que toda relación tiene sus altibajos. Cuando vemos las películas que acaban siendo felices y comiendo perdices, como diría el gran cineasta Orson Welles: el final feliz depende de cuando acabes la trama.
Las relaciones pasan por momentos de mayor unión y otros con mas distanciamiento. En la convivencia aparecen situaciones, factores externos e internos, que generan dificultades que la propia pareja debe resolver.
En este artículo hemos tratado sobre las cuatro actitudes que no deben producirse en una pareja que pretenda tener una relación estable y duradera. Cuatro actitudes que la estadística nos dicen que son las que con mayor frecuencia acaban con la relación. La estadística también nos dice que las tres primeras (critica, defensiva y atrincherarse) son altamente perjudiciales pero si son muy esporádicas y saben compensarse puede que no supongan el fin de la pareja, algo que no ocurre con la cuarta (desprecio): cuando en una pareja alguno de sus miembros se siente superior al otro, cuando desprecia al otro, esa pareja está condenada irremediablemente al fracaso.
Si quieres recuperar a tu pareja, si quieres reconquistar tu relación, bien porque notas un distanciamiento bien porque la relación se ha roto a pesar de tus sentimientos, lo primero que debes hacer es analizar qué actitudes son las que os han conducido al momento actual y, en especial, comprobar que no se esté produciendo ninguno de los cuatro puntos que hemos tratado en este artículo y, de ser así, poner el remedio necesario.
Pensemos que toda pareja que tenga intención de perpetuarse en el tiempo en su afecto debe construir un mundo propio de respeto, apoyo y regocijo.
Quieres reconquistar a tu pareja, bien por que la has perdido bien porque sientes cómo la estas perdiendo. Queremos que nuestra relación vuelva a ser como antes. Queremos retroceder en el tiempo y recuperar lo perdido.
Queremos que nuestra relación se recupere, reconquistar aquel sentimiento y, en muchas ocasiones, o se nos olvida que debemos analizar aquello que nos ha conducido (o nos está conduciendo) a la situación actual o, simplemente, no somos capaces de verlo.
En este artículo vamos a tratar de las cuatro actitudes que, estadísticamente, más frecuentemente llevan a la relación a su extinción. Cuatro actitudes que debemos analizar para, de una manera pausada, sincera y objetiva, comprobar que no se estén produciendo en la relación, pues a buen seguro que serán la causa de la extinción de la misma.
Como era deseable, junto a cada causa existe una solución, una manera de modificar el comportamiento para no repetir los errores.
Veamos pues cuales son estos
4 Principales errores que acaban con una relación
Crítica.
Uno de los pilares de cualquier relación que tenga intención de prolongarse en el tiempo es el intercambio de opiniones y el llegar a puntos de acuerdo. Una cuestión es el intercambio de opiniones desde el respeto y de una manera constructiva y otra es lo que se denomina una crítica.
Cuando criticamos al otro miembro de la pareja lo que estamos expresando es nuestra disconformidad con ella como persona, no nuestra discrepancia sobre su postura en un aspecto concreto y puntual. Si expresamos nuestra disconformidad sobre algo el concreto, nos estamos quejando por algo con lo que no estamos de acuerdo.
Para que una relación tenga continuidad, si queremos realmente reconquistar a la pareja, deberemos aprender a quejarnos, a expresar nuestro desacuerdo sobre un punto concreto en el que debemos llegar a un pacto sin llegar nunca a criticar, esto es, a atacar a nuestra pareja en un todo por algo que sólo es puntual. Recordemos: Quejarnos, no Criticar.
La defensiva
Según la Real Academia Española de la Lengua, discutir es contender y alegar razones contra el parecer de alguien, por tanto no involucra enfado, ni malas palabras, ni cosas por el estilo.
Cuando se produce una discusión, el primer punto que deberemos tener en cuenta es que debemos mantener las forma y lo segundo es que no deberemos ponernos a la defensiva. Ponernos a la defensiva supone cerrarse para que no nos afecte la opinión del otro, supone mostrar una actitud de superioridad (que puede no estar produciéndose) y, lo que sí supone seguro, es una actitud de impide que se produzca el diálogo, la discusión productiva.
Contra la actitud defensiva, cuando tenemos tendencia a adoptarla, el principal recurso será reconocer que, para que se haya producido la situación que ahora nos incomoda, nosotros también hemos tenido parte de la culpa y tomar una actitud de búsqueda conjunta de la solución.
Atrincherarse
Ponerse a la defensiva implica tomar una actitud de predisposición a recibir un ataque y de estar pendiente de qué ocurre para evitarlo o contratacar. Cuando hablamos de atrincherarnos, hablamos de algo más físico hablamos de la fuga física, del cruzarnos de brazos, etc.
Atrincherarte implica una actitud física que pude ser de evitación o de ataque, sea como sea destruye cualquier posibilidad de diálogo. La solución ante estas actitudes será el que aprendamos a calmarnos físicamente.
Desprecio
Cuando uno de los miembros de la pareja se siente superior a la otra.
Puede ocurrir que seas tú quien se siente superior a la otra persona y trates de que comprenda que es inferior a ti, puede que tu caso sea justo el opuesto y sientas como el otro miembro de la pareja se cree superior e intenta hacerte sentir inferior (e incluso que lo haya conseguido).
La respuesta en ambos casos es que toda pareja en la que existe esta situación de desprecio esta abocada sin remedio a fracasar.
Si eres tú quien te sientes superior, quien sientes que tu pareja no está a tu nivel por ser inferior, la respuesta es sencilla, clara, concisa y contundentemente que: estás equivocado. Permítenos una pregunta: si tu pareja es inferior a ti ¿por qué estas con ella?¿por qué estás colado por ella? La respuesta es sencilla, no es inferior, es distinta y en la misma respuesta a que te estés realizando esta pregunta está la confirmación.
Si es tu pareja la que se siente superior y, aunque sea de forma velada, te lo recuerda intentando hacerte sentir inferior, la cuestión es muy clara: no te merece y si no es capaz de verlo, sencillamente, no es tan inteligente.
Recordemos que toda relación tiene sus altibajos. Cuando vemos las películas que acaban siendo felices y comiendo perdices, como diría el gran cineasta Orson Welles: el final feliz depende de cuando acabes la trama.
Las relaciones pasan por momentos de mayor unión y otros con mas distanciamiento. En la convivencia aparecen situaciones, factores externos e internos, que generan dificultades que la propia pareja debe resolver.
En este artículo hemos tratado sobre las cuatro actitudes que no deben producirse en una pareja que pretenda tener una relación estable y duradera. Cuatro actitudes que la estadística nos dicen que son las que con mayor frecuencia acaban con la relación. La estadística también nos dice que las tres primeras (critica, defensiva y atrincherarse) son altamente perjudiciales pero si son muy esporádicas y saben compensarse puede que no supongan el fin de la pareja, algo que no ocurre con la cuarta (desprecio): cuando en una pareja alguno de sus miembros se siente superior al otro, cuando desprecia al otro, esa pareja está condenada irremediablemente al fracaso.
Si quieres recuperar a tu pareja, si quieres reconquistar tu relación, bien porque notas un distanciamiento bien porque la relación se ha roto a pesar de tus sentimientos, lo primero que debes hacer es analizar qué actitudes son las que os han conducido al momento actual y, en especial, comprobar que no se esté produciendo ninguno de los cuatro puntos que hemos tratado en este artículo y, de ser así, poner el remedio necesario.
Pensemos que toda pareja que tenga intención de perpetuarse en el tiempo en su afecto debe construir un mundo propio de respeto, apoyo y regocijo.